El peligro de los pantalones



Ponerse un pantalón es uno de los actos más peligrosos del universo. A priori parece algo muy sencillo: primero introduces una pierna en la pernera correspondiente, luego la otra, y acabas subiendo el pantalón (en caso de que tu silueta no haya cambiado y acabes sin poder ponértelo y con mal humor para todo el día). Pero hay mucho que se desconoce respecto al acto de ponerse bien unos pantalones y los peligros que entraña, ya que hay una norma en el universo que lo deja muy claro, pero que la humanidad desconoce y por ello no suele afectarle. La regla es demasiado larga porque a todo el mundo le encanta añadirle algo, pero si quitas todo el relleno se quedaría en lo siguiente.

«El momento de vestirse un pantalón es el punto álgido de la mala suerte.»

Y no es algo que se diga de una generación a otra de forma vacía por el universo, como que si no te tomas rápido el zumo las vitaminas desaparecen, esto es algo muy real y peligroso. Y hay muchos casos verificados de picos de mala suerte a la hora de ponerse un pantalón. Por ejemplo el iluso de Pablo Pinto, al cual se le informó sobre esta regla universal y no solo no la creyó, sino que decidió ponerla a prueba argumentando que llevaba poniéndose pantalones toda su vida y nunca le había pasado nada. Así que llenó todo el suelo de chinchetas y empezó a ponerse el pantalón a ciegas, si la mala suerte llegaba a su pico debería tropezar y caerse, pero eso no llegó a suceder... Así que se confió, y mientras decía con orgullo que tenía razón, subió la cremallera cogiéndose los testículos. Se quedó estéril, pero nunca más volvió a poner en duda las reglas universales, y empezó a usar más chándales. También está el caso de Loreta Julls, la pobre de Loreta es uno de los casos más conocidos de esta regla. Se despertó demasiado tarde por culpa de un fallo en su despertador, su mente se aceleró por los nervios de llegar tarde, pero sin llegar a despertarse del todo: era como una zombie con cafeína. Así que cometió el grave error de meter las dos piernas por la misma pernera, con tan mala suerte que perdió el equilibrio cayendo por la ventana, pero el problema no fue que se matase con la caída. El problema es que tuvo la mala suerte de aterrizar sobre Vino Cassines, un jefe de la mafia local, matándolo en el acto. Al día siguiente la mujer desapareció sin que nunca se supiera que sucedió con ella. Y ya ni hace falta hablar del pueblo de Asturtas, los cuales fueron los primeros en descubrir esta regla universal, y donde ya está prohibido el uso de los pantalones tras registrar más de cien casos de muerte por pantalón en una semana.

Sin duda ponerse un pantalón es un acto peligroso. Al menos siempre y cuando conozcas la norma, ya que sin ello no tiene más peligro que beberte un trago de agua, aunque esto también sería discutible. El hecho, ahora conoces la regla así que es posible que la próxima vez que intentes vestirte la mala suerte se luzca contigo. Pero no temas, con el paso de los años se han descubierto formas de ponerse unos pantalones de forma segura, y te diré los dos sistemas más seguros de todos.

El primero se basa en la calma. Debes elegir el pantalón adecuado, ya no solo el que te guste o convine con el resto de la ropa, sino uno que sepas que te quedará bien. No vale eso de «Hace tiempo que no lo pongo, voy a probar qué tal me queda», no hagas algo así, podrías morirte. Una vez que tengas un pantalón seguro te sientas sobre la cama, asegurándote siempre que está todo en orden y que no haya peligros cercanos. Y desde esa posición introduces la primera pierna en su pernera correspondiente, luego la otra en la pernera vacía, recuerda que cada pierna va en un lado y no me hagas un Loreta. Tras eso no te pongas en pie, todavía te estás jugando demasiado, levanta el pantalón tanto como puedas, y una vez lo tengas bien sujeto te pones en pie con mucha calma. Miras a tu alrededor, y como si intentaras desactivar una bomba con los dientes, subes la cremallera y te pones el botón. Parece un proceso sencillo, pero requiere años de practica y cautela.

También está el segundo sistema que se basa en la confianza. En la confianza de que te olvidarás de la regla universal y de ese modo no te afectará, no es un sistema sencillo, como no imaginarse un elefante blanco cuando te lo dicen. Pero tiene un indice de efectividad bastante... Bueno, dejémoslo en que tiene un indice de efectividad.

Así que decidas lo que decidas, espero que te vaya bien la próxima vez que intentes uno de los actos más peligrosos del universo...

Ponerte un pantalón.




Diego Alonso R.

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